desnudos
en el piso desnudos
frente
a
frente
separados por
una mesa baja
repleta de manjares
de colores picantes
intensos
amarilloverdosos
ocrenaranjas
hacen arder los ojos la boca
la boca
se me llena de agua
no sè como sabe
no sabe nada mi boca
serena espera
no sabe nada y sin embargo espera
sabores quietos
no sabe nada y sin embargo espera
sabores quietos
mis ojos arden
presienten
el dulzor picante
presienten
el dulzor picante
recorro la mesa
me detengo en uno de los cuencos
es un cuenco naranja
que enverdece la mirada
en un susurro èl otra vez dice algo que no entiendo
pero mi boca comienza a llenarse de agua
una respuesta
un nombre
aceituna
aceituna pienso y aparece un sabor
olivado
olivado
espeso
metálico
ahumadoverdeaceitoso
en el fondo la garganta
él inicia un movimiento que no logro descifrar
lentamente
se acerca
escapando de sus ojos
escapando de sus ojos
miro al piso y me estremece
un rayo de sol
pega sobre una de mis uñas
él camina
rodea la mesa
sumerge los dedos en ese aceitunado maramarillo
toma una de las ovaladas esferas verdes
la golpea tres veces contra el borde del cuenco anaranjado
dos espesas gotas se desprenden
una
baja despacio
del borde al centro
para dejar de ser gota
y volverse aceite otra vez
la otra
más pequeña
cae al vacío
suelta
cae
sobre la tela blanca que cubre la mesa
para dejar de ser gota y transformarse
en una galaxia color té
él con la mano libre estira mis piernas
apoya el fruto brillante verdecarnoso
sobre mi pie derecho
no entiendo, otra vez
no entiendo
no entiendo
pero su mano decidida a seguir
improvisa un camino
el fruto escala
la pantorrilla
la pantorrilla
el muslo
la pierna entera
se desliza por mi sexo
y recorre
aterciopelado camino
hacia el otro pie
vuelve a subir
por mi pierna erizada
y al llegar al pubis
expectante aceituna
sedosa
decide el recorrido
el
centro de los labios
cada rincón
del sexo rojo
cada curva
ccada jugo
reverdece
el fruto
descansa hùmedo en mi ombligo
mi espalda sobre la alfombra
amandalada y rojiza
los ojos cerrados casi sin respirar
siento como la aceituna comienza a moverse otra vez
escucho un zumbido redondo
el ventilador de techo gira muy pocas veces
tan pocas que apenas logra abrir una zanja
finita
en el denso aire caliente
los poros se abren
los poros se abren
las cejas las pestañas
los lunares
logro percibir ese diminuto aire frío
en los pezones
en los pezones
la aceituna me ha recorrido
los diez dedos
los codos
las clavículas
el cuello los
pómulos
los párpados
cuando abro los ojos
encuentro sus ojos
me besa y muerde la aceituna
me besa y muerde la aceituna
muerde la carne verde muerde y mastica
me mira
vuelve a morder
muerde y
mastica la carne verde
muerde y
mastica
con la lengua empuja el carozo
limpio expuesto
me lo entrega
me lo entrega
corazón del fruto verde
carozo al aire corazón al aire
que meto en mi boca
y trago.
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