Mi abuelo Juan murió.
Solo y
loco murió.
Flaco, solo y loco.
Mi abuelo Juan murió
y con su locura muerte
también murió mi infancia.
Mi niñez toda teñida
con vincha de Argentina
vista al frente
con dos dedos en v
amígdalas afuera
mi perro
Felipe y mi jirafa Carolina.
Mi abuelo Juan
murió
y yo con él.
No toda yo, una parte
la de ser buena
y cuidar de los enfermos
la de la ternura demente
y jugar
al verdulero
la de creer en los milagros
y rezar por si hace falta.
Mi abuelo Juan
murió
y creció el miedo y la vergüenza.
La certeza de saberme heredera de la nada
la crueldad, lo senil,
la desnudez, sus piernas flacas
la crueldad
la soledad del desconsuelo.
Los años todos.
Y todo el frío.
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