poemas que como luces de una autopista, quedan ahí mientras te alejas....

miércoles, 30 de septiembre de 2015

el corazón de una medusa


Él quiere hacerme creer en el amor. Se lo ha propuesto.
Él me explica que el arte tiene sexo  y que el sexo sin amor es otra cosa.
Él me dice “No te vayas ; no hay a donde ir” ,mientras me encierra y planea matarme.
Él dice y nada de lo que dice importa
nada importa 
nada
nada dice más que sus manos
sus manos en mí
sus manos sobre mí.
Él dice y podría discutirle todo
no le creo casi nada y el casi se diluye cada vez que abre la boca
resuena en mi pecho el eco del vacío que contienen sus palabras
sé que va a hacerme llorar
por él voy a llorar
por mí voy a llorar
cerró todos los caminos
hay desvíos en su nombre
ha violado cerraduras y profanado las tumbas de la nena que fui
mi sistema inmunológico no funciona
no logro defenderme
sus huellas digitales se imprimen en mis huellas
en mis libros en mis platos en mi taza de té
se ha metido entre mis cosas
lastimando todo marcando todo rompiendo todo
como el agua cuando la inundación
se ha metido y husmeado entre mis cosas
ni los jugos ni las bocas que me siguen y que soy
ni los jugos que soy ni las bocas pueden explicar 
lo que encontré  atrás de las noches en sus ojos
atrás de sus ojos en las noches
atrás
siempre él atrás
acechando
en silencio
como una medusa sin piel sin sangre sin alas y sin huesos
silencioso como una medusa fluorescente
flotando entre mis cosas y entre mis piernas
para arderme para chupar todo lo que queda de mí
de lo poco que tengo  
me descuidé
me dejé envolver y triturar
yo que no busco escribir nada importante
yo que no busco cambiar el mundo en un poema
yo que no creo ni siquiera en mi sombra
yo que no tengo más que restos de un naufragio
del tiempo de caída del tiempo mentido la mentira del tiempo
no sueño con hacer que la muerte se detenga
ni que se detenga  el mundo  si yo muero
yo
solo tengo conmigo la certeza
de que jamás  podré escribir sobre nosotros
de que jamás voy a encontrarle el corazón a una medusa 
la certeza de la piel lastimada de mis manos
la certeza única tangible
hay un poema
que no voy a escribir.

lunes, 21 de septiembre de 2015

A Laura Sussini.


Chica ojos mundo
tu mirada entre millones de partículas que flotan en el aire
tu mirada suspendida en un instante diminuto 
un segundo cosita imperceptible
tu mirada tatuando en la memoria un dragón chino que escupe el fuego eterno
el fuego eterno tu mirada
tu fuego tu mirada de chica de ojos mundo
tu mirada agazapada silenciosa a la vuelta de todo lo común de los sentidos
espera que otras cosas invisibles tengan nombre
que otras cosas más pequeñas tengan frío
y entonces, da el zarpazo tu mirada
para dejarme en una eterna  cinta de moebius
girando hasta que se disuelven mis pupilas
y creyendo otra vez que la poesía a veces , pasa.

martes, 15 de septiembre de 2015

TU AMOR ES UN PÁJARO PEQUEÑO


A veces hago cosas que intentan explicar otras cosas
a veces pienso por ejemplo, en tu piel
me la explico lamiendo una frazada a contrapelo.
A veces pienso en tus pupilas
y las explico tragando un carozo de ciruela
mirando un enchufe viejo 
que aún hay en la casa de mis padres
caigo adentro de esos dos eléctricos 
agujeros negros infinitos.
A veces pienso en tu sombra
me la explico cosiéndome unas medias a los talones
clavo la aguja hilvano sangro y entiendo 

tu sombra cuando se aleja.
A veces pienso en tu lengua
me arde tanto el paladar que voy a la heladera
busco un hielo lo chupo hasta evaporarlo
a veces un solo hielo no alcanza.
A veces pienso en tus besos 

entonces
busco un pájaro pequeño
le acomodo las plumas le siento los latidos

lo meto en mi boca
mastico despacio
escucho el crujido de todos sus huesitos
formo una bola de plumas saliva huesos sangre
trago el menjunje tibio un poco amargo
trago
con los ojos cerrados trago.
Desplumado tu beso
en silencio
con dos patas flacas rugosas
un pico que me raspa la garganta
así
trago tu amor sin nido
y te explico en mi memoria.
carolesta.

viernes, 4 de septiembre de 2015

bailando en su mirada

me miró con toda su mirada
me miró
me miró
me miró
me miró y caí en sus ojos
en su boca
caí despacio
a la orilla
a la vera
caí sabiendo que caía
caí a su margen
caí a la hora de su sexo
a la hora de su amor
a la hora señalada
a la puerta de su historia
de su nombre
de su casa
de su llagas
y supe que quería
caer en ese abismo para siempre.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Paraguas de Kawabata

siguió la lluvia
siguió
y siguió lloviendo
después él no pudo dejar de mirarla
su mano
su mano ahora
su mano siempre
su mano flaca
rozo los dedos
los dedos de ella
los dedos blancos
los fríos dedos
los dedos solos
solo sus dedos
sus dedos quietos
los dedos y ella
debajo de una lluvia
debajo de un paraguas
apenas mojados
ellos
rozándose los dedos
no hablaron
no pudieron hablar
o no supieron
que seria la lluvia
abrazando sus espaldas esa tarde amarilla
una forma de amar
nada más que un paraguas
y unos dedos
que ya nunca dejarían de lloverse.